domingo, 9 de noviembre de 2008

La Sentencia (2)

Gracias a la colaboración de los hermanos cofrades Javi86, Penitente y Pablo de Alba, foreros de "La Pasión de Zamora" , podemos presentar en este Blog dos postales de las Colecciones de "García Hermanos" y "J. González", y una recopilación de datos que, según Pablo de Alba, están sacados en su mayor parte del estudio publicado en el año 2005 por D. José Andrés Casquero Fernández, titulado "El paso de la Sentencia", realizado para la Cofradía de la Vera Cruz.

La postal de la colección de J. González se corresponde con la foto que ilustra la noticia de su polemica compra y que publicó el periódico "El Pueblo" en Benavente el miércoles 11 de Abril de 1928.
Os invitamos a visitar el apartado "Pinceladas de Historia" de la WEB donde hemos recopilado la información sobre este Paso.



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Artículo enviado por Pablo de Alba.
El actual grupo de la Sentencia vino a sustituir a otro paso estrenado en el año 1904 obra del zamorano Tomás Martínez Lobo "Lobito", de muy discreta factura, que generó tantas críticas desde su estreno que fue retirado de la procesión en los años 1905 y 1906, volviendo a desfilar en el año 1907 ya de forma ininterrumpida hasta su sustitución en 1926 por la obra de Ramón Núñez.

La realización del paso de Martínez Lobo se había acordado el 3 de mayo de 1903, siendo costeado por el procedimiento habitual de suscripción popular, encabezada por la propia Cofradía con 500 Pts. y por el Obispo de la Diócesis, D. Luís Felipe Ortiz, que aporta 100 Pts.

Además de la habitual falta de recursos económicos para afrontar el proyecto, fueron numerosas las voces que se alzaron en contra del encargo del paso a Martínez Lobo, por considerarlo un hecho caciquil por parte de la Cofradía, que pecó, a juicio de la prensa local de la época, de un malentendido “zamoranismo”. A todo ello se le unía el hecho de que el artista no pasaba de ser un mero aficionado, por lo que las dudas en cuanto a la calidad artística de la obra a ejecutar eran considerables.

Pese a todo ello, el 29 de marzo de 1904, Miércoles Santo por la mañana se bendice el paso en la iglesia de San Juan de Puertanueva, observándose ya graves defectos en el mismo. En un ácido artículo acerca del estreno del nuevo paso, el cronista de “El Heraldo de Zamora” escribía: “El público, y principalmente el pueblo zamorano, que es el que paga, ha dado ya su sanción con rara unanimidad de juicio.”. De paso advierte al fracasado “artista” que no hay atajos para la fama sin formación, y pone el dedo en la llaga al señalar a los culpables: “¿Creen los que encargan obras escultóricas con aquel destino que cumplen con su deber fiando la ejecución de aquellas a cualquier aficionado?(…) Las obras escultóricas sagradas deben ser, sobre todo, dignas en todos los aspectos del papel que representan”.

Otros periódicos fueron más complacientes en su crítica, caso del católico “Correo de Zamora”, que se expresaba en estos términos: “…el Sr. Lobo ha ejecutado su obra en circunstancias difíciles y especialísimas. Con falta de elementos esencialísimos, sin modelos, y sin algo que es de capital importancia en todas las obras, no es extraño que en esta haya defectos fácilmente corregibles, pero que tienen explicación y sobre todo sirven de justificada disculpa al autor. El paso en conjunto resulta, como se dice vulgarmente, tiene visualidad, tiene vida y seguramente ha de agradar. Mil enhorabuenas al Sr. Lobo y a la Cofradía de la Vera Cruz que ya tiene un paso más para su procesión harto necesitada de apoyo”.

Sin embargo, una vez el grupo en la calle, no fue del agrado del público, ni siquiera del propio autor. De nuevo la prensa local se hizo eco del estreno en la calle de la obra de Lobo y retractándose de lo inicialmente escrito, manifiesta el cronista: “…de todas veras confesamos que mejor desearíamos callarnos, pero se ha estrenado este año un paso y forzosamente hemos de decir algo sobre él…hemos tenido en cuenta las circunstancias en que se ha encontrado el escultor para disculpar los defectos de su obra, pero francamente confesamos que no sabríamos encontrar disculpa si el año que viene saliese el paso como está. Creemos que la Cofradía de la Vera Cruz no habrá de consentirlo…”.

El grupo realizado por Martínez Lobo tenía demasiadas figuras: Jesús maniatado y coronado de espinas, Pilato sentado escucha las acusaciones de un miembro del Sanedrín, junto a él un esclavo le acerca una jofaina y una toalla. A su derecha aparece un anciano sacerdote de larga barba, tocado con un turbante y portando una vara que denota su dignidad; en el extremo opuesto hay otro personaje vestido a la usanza hebrea que quizás pudiera ser Barrabás, y por último un soldado romano que sujeta a Jesús con una mano y porta una lanza en la otra. Es decir, siete figuras que se agolpan en un reducido tablero, que complicó su composición, haciéndola caótica, sin espacios apenas para la contemplación de las figuras claves de la escena: Jesús y Pilatos.

En lo que se refiere a la ejecución material, la talla no se muestra segura ni acertada. Los retratos son mezquinos, meras caricaturas, con una naturalidad vulgar e infantil, sin expresión. No hay proporciones y las anatomías son torpes.

A pesar de la unanimidad en las críticas y debido a la penuria económica de la cofradía, el mediocre paso de Martínez Lobo siguió desfilando hasta el año 1926 con alguna reforma del propio autor que no mejoró en absoluto la calidad de la obra. Finalmente, el paso fue vendido por la Junta de Fomento a la ciudad de Benavente en el año 1928, figurando en la procesión del Santo Entierro. En la década de los 70, el paso estaba ya tan deteriorado que se decidió su destrucción, siendo las tallas enterradas debido a que el Derecho Canónico prohíbe quemar las imágenes religiosas. Dicha destrucción fue encargada al carpintero benaventano Manuel Casas Mayo, quien decidió salvar las cabezas de Jesús y de Pilatos, que quedaron en su poder.

Tema relacionado: La Sentencia

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8-febrero-2009

El año 2005, la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Zamora publicó un trabajo de José-Andrés Casquero Fernández titulado El paso de "La Sentencia" del que hemos pasado a formato PDF las primeras páginas que el autor dedica a

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